Respuesta: Durante el invierno, es crucial mantener un equilibrio entre la temperatura, la luz y el riego para las plantas de interior. Recomendamos alejarlas de las corrientes de aire frío, proporcionarles luz adecuada y reducir ligeramente la frecuencia de riego debido a la menor evaporación.

La identificación temprana de plagas es fundamental. Revise regularmente las hojas y los tallos en busca de signos de insectos, manchas o decoloraciones. En caso de infestación, existen soluciones orgánicas y comerciales para tratar las plagas según el tipo de planta y el tipo de plaga.

Al trasplantar plantas, elige un recipiente un poco más grande que el anterior, asegurándote de que tenga buen drenaje. Manipula con cuidado las raíces al sacar la planta del contenedor original y evita dañarlas. Finalmente, riega bien después del trasplante para ayudar a que la planta se asiente.

Observar las señales de las plantas es clave. Las hojas amarillentas pueden indicar que la planta recibe demasiada luz directa, mientras que un crecimiento lento puede indicar que necesita más luz. Investiga las necesidades específicas de cada planta y ajusta su ubicación en función de estas señales visuales.